Caña panelera

De la transformación local al mercado regional

En los municipios de Caparrapí, La Peña, Útica, Nocaima y Villeta, el establecimiento de los cultivos se encuentra en ladera, supera los 30 años y la producción del cultivo es constante. Las variedades manejadas son: ZC, RD7511, POJ2878, Pierna Bella (CC93-7711 Corpoica), Vende Finca (CC93-7510 Corpoica).

La caña panelera se cultiva sin asocio con otras especies vegetales; en muy pocos casos los lotes de caña se rotan para producir pastos destinados a la alimentación animal.

Solamente el 1% de los productores no transforma directamente su caña en panela.

Hay producción de panela durante todo el año, y existen iniciativas emergentes para la tecnificación del cultivo, implementación de BPA y BPM (CCI 2016).

El cultivo de caña panelera está fuertemente ligado a asociaciones productivas que transforman y comercializan la panela, sin embargo, cerca del 60 % de la panela producida se mueve por cadenas de intermediación para llegar al consumidor final (CCI 2016).

La mayoría de los productores de caña panelera en los municipios visitados (Caparrapí, La Peña, Útica, Nocaima y Villeta) se rigen bajo la tipología de economía solidaria promoviendo así la asociatividad y cooperación entre estos. En dichas asociaciones hay “pequeños, medianos y grandes productores”, como lo mencionan los actores locales visitados en los municipios.

De acuerdo con MADR (2017) Cundinamarca es segundo departamento con mayor área sembrada y área cosechada de caña panelera, después de Antioquia. Los rendimientos a nivel municipal son bajos en comparación con Boyacá y Santander debido principalmente a que los cultivos del departamento superan los 30 años.

De acuerdo a la información recolectada a través de conversaciones con agricultores pertenecientes a asociaciones, asistentes técnicos y comercializadores, se identificó el canal de comercialización de caña panelera el cual se compone de 5 eslabones: proveedores de insumos y servicios, productores primarios, comercializadores, transformadores y consumidores finales.



Los proveedores de insumos agropecuarios, corresponden a aquellas personas a quienes recurren los productores, se encuentran ubicados por lo general en la cabecera municipal de los municipios o en Bogotá. La asistencia técnica en los municipios es apoyada por el servicio público de asistencia técnica agropecuaria, la mayoría UMATAS y algunos casos, por FEDEPANELA, y va ligado generalmente a proyectos que contemplan actividades de asistencia técnica con un tiempo finito y por ende esto no es frecuente. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) y Gobernación de Cundinamarca son actores que ejercen un control en las enramadas. Las enramadas comunitarias fueron entregadas por el Ministerio y Gobernación a las asociaciones legalmente constituidas, las cuales quedaron como responsables de su funcionamiento y administración, adicionalmente la Gobernación y Corpoica (ahora Agrosavia) ofrecen procesos de transferencia de tecnología. INVIMA ejerce control sobre el proceso de los diferentes productos de la panela en función del cumplimiento de la Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y el apoyo a los servicios financieros provienen del Banco Agrario.

El eslabón de producción se caracteriza por la asociatividad de productores pequeños, medianos y grandes. En Útica, se encuentra la Asociación de Productores Agropecuarios de Útica. ASPRUT. En Caparrapí, existe la Asociación de Alimentos Paneleros. En Nocaima se encuentra la Asociación de Productores Paneleros de Nocaima ASOPROPANOC, todas legalmente constituidas, permiten bajo la estructura de trabajo solidario darle valor agregado al producto y comercializar bajo una marca el producto de la panela en diferentes presentaciones: panela en bloque, panela en pastilla, panela pulverizada, panela orgánica.

El eslabón de comercialización se rige por acuerdos no formales, verbales y contra-entrega, es decir, el intermediario le paga al productor de forma inmediata. La metodología de venta generalmente es igual en todos los municipios: los cañicultores que se visitaron indicaron que ellos se desplazan hasta la cabecera municipal y entregan su producto al intermediario. En el caso de Villeta, se logró identificar que aparte del intermediario que proviene de la ciudad de Bogotá, existe el intermediario rural agropecuario, esté tiene bodegas de almacenamiento en la cabecera municipal y se visualizó que en todas las bodegas se mantiene un “stock”. Se podría inferir que el “stock” es por el gran volumen que llega al mercado del municipio de Villeta y la volatilidad del precio.

La transformación se lleva a cabo en las enramadas (trapiches), las cuales corresponden al lugar donde se desarrolla la transformación de los jugos de la caña a panela. Existen enramadas privadas y comunitarias. Las privadas, generalmente son de propiedad de un solo productor y esté se encarga de prestar las instalaciones para aquel que lo solicite, generan entonces alianzas entre los agricultores, reúnen sus cargas de caña, las muelen, las transforman a panela, ellos ponen la mano de obra y al final después de movilizar la panela para la venta y de venderla se reparten las ganancias. La central de mieles constituye otro actor de transformación asociado a una adecuación creada en varios municipios estratégicos del departamento financiada por la Gobernación de Cundinamarca con el fin de potenciar los productos generados a partir de la caña panelera al exterior. Su objetivo es homogenizar y estandarizar el producto final a partir de la materia prima y así realizar los productos bajo una misma marca. De los municipios visitados quienes cuentan con esta infraestructura son Caparrapí y Útica, aunque la única viable y que apenas está iniciando su labor es la de Útica. Finalmente, como consumidores finales de la panela se identifican los hogares.