La precipitación durante las primeras semanas es fundamental para la germinación de las semillas, durante otras etapas fenológicas la precipitación juega un pape lrelevante para el adecuado desarrollo del cultivo, ya que ésta, además de aportar el agua que necesita el cultivo, ayuda a disolver algunos elementos minerales para que puedan ser absorbidos por la planta (CORPOICA, 1993).
Se establecieron como valores extremos las precipitaciones inferiores a 800 y superiores a 2000 mm/año. Valores menores o superiores a estos rangos se consideran no aptos para este cultivo (Ligarreto, 1991).
Se realizó una reclasificación al mapa de precipitación media multianual generado por AGROSAVIA, a partir de la base de datos del IDEAM periodo 1981-2010 (proyecto MAPA), de acuerdo a los rangos definidos para la calificación de las categorías de aptitud.