Es importante tener en cuenta la susceptibilidad propia que tiene el terreno a presentar movimientos en masa, pues constituye un riesgo geológico que puede afectar el establecimiento de cultivos agrícolas (UPRA, 2016).
A partir del mapa de amenazas por movimiento en masa a escala 1:100.000 y escala 1:500.000 se reclasificaron las categorías allí existentes con la aptitud del cultivo.