Plátano dominico hartón

Sistema tradicional asociado al café para el mercado regional

La variedad más cultivada es dominico hartón, predominando plantaciones longevas de hasta 35 años, donde solo se renuevan las plantas que van muriendo, debido principalmente a problemas fitosanitarios.

El plátano en el departamento de Cundinamarca es un cultivo que se siembra principalmente en asocio con café, en barreras o de manera dispersa en los lotes, siendo un cultivo secundario que provee ingresos todo el año, enfocado a la soberanía alimentaria.

La comercialización del plátano se da mediante acuerdos informales entre productores, intermediarios mayoristas y minoristas, y comercializadores de las plazas de mercado. Es un mercado relativamente estable que depende de la oferta de la zona. También se identifica que entra plátano de otros municipios de departamentos vecinos como Tolima y Meta.

De acuerdo con la información recolectada con productores, asistentes técnicos, comercializadores e informantes clave, en cada uno de los núcleos productivos.

Se identifica una red o canal de comercialización de facto con el plátano de la región productora, la cual según información es relativamente estable y varía según la disponibilidad del producto y los precios de este a nivel regional. Así mismo, hay factores endógenos y exógenos a la red, que determinan los volúmenes y calidad de plátano comercializado y en general su funcionamiento.

Se identifican claramente 5 eslabones: proveedores de insumos y servicios, productores primarios, comercializadores, transformadores y consumidores finales



Los proveedores están compuestos por actores públicos y privados, quienes proveen insumos agropecuarios, equipos y servicios a los productores de plátano, entre ellos están los almacenes agropecuarios de Bogotá y de municipios cercanos. Los prestadores de servicios son principalmente entidades como el Comité de Cafeteros que brinda servicio de extensión a los productores de café, quienes en su mayoría cuentan con plantas de plátano en barreras o dispersas en los cafetales; si bien es un servicio específico para café, inputs como información de créditos, ICR, mejoramiento de infraestructura, y manejo de suelos, son los que influyen en la mejora del sistema de plátano. Otros actores son las alcaldías municipales, quienes mediante diferentes figuras (UMATA, Secretaria de Desarrollo Económico, o Secretaria de Desarrollo Rural) son los responsables de prestar el servicio de asistencia técnica; si bien este servicio no se identifica en todos los municipios como tal (disparidad en tamaño y calidad), es un actor clave al momento de desarrollar proyectos productivos en los municipios. EL SENA sede Villeta, es referenciado en todos los municipios como un oferente permanente de cursos y capacitaciones dirigidas a productores agropecuarios en general, lo que impacta positivamente en el capital humano y técnico de los municipios. Finalmente se identifica a Corpoica (ahora Agrosavia) y la Gobernación de Cundinamarca, por recientes proyectos de validación de tecnología en el sistema de plátano y caña, como es el caso del Corredor Tecnológico Agroindustrial.

El eslabón de la producción se caracteriza por productores predominantemente pequeños, quienes en su mayoría tienen en el café su principal actividad agrícola, y en segundo o tercer orden, el cultivo de plátano, el cual les provee flujo de caja permanentemente durante el año. Indudablemente la tradición cafetera y el manejo agronómico que se da al café, influye que haya mayor atención hacia el cultivo de plátano, dado de labores culturales a los lotes, el trazo a curvas como es la desyerba, de nivel y la fertilización, entre otras. Generalmente los productores de plátano no están organizados o asociados, salvo en La Vega en donde hay una asociación consolidada mediante diferentes proyectos, y en Chaguaní, en donde no hay una asociación como tal, pero si se identifica un proceso de organización informal, que determina el manejo y comercialización del plátano.

Por su parte es eslabón de comercialización se compone por diferentes actores particulares que varían de acuerdo al tamaño (volumen comercializado) y ubicación en la región. La mayor parte de los productores venden el plátano a intermediarios que recogen la producción en cada uno de los predios, estos a su vez, comercializan el plátano en su mayoría en mercados regionales de los municipios vecinos y que cuentan con mayor demanda. Otra parte importante de los productores, sobre todo los pequeños que cuentan con menores volúmenes venden el plátano en los mercados locales durante los fines de semana, mientras que quienes tienen posibilidades de transportarlo a los mercados regionales, lo hacen, con lo cual mejoran el margen de utilidad. Es de resaltar que la comercialización se hace en su totalidad en racimos, ya que no se hace desgaje o algún tipo de arreglo de la producción, así mismo, solo en el municipio de Chaguaní y en La Vega, se identificó la práctica de embolse. En el mercado de Guaduas, se pudo constatar el ingreso de plátano proveniente del municipio de Palocabildo (Tolima) el cual llega organizado en gajos y en bolsas plásticas transparentes. Es de anotar que, en todos los mercados regionales visitados, referenciaron la entrada de plátano procedente de los Llanos orientales a mano de comerciantes de Bogotá, el cual se da en algunas épocas del año (época de escasez principalmente) no obstante, aseguraron que no cuenta con buena aceptación en los municipios, debido a su gran tamaño, dureza y sabor (simple).

Tan solo se identificó un actor transformador de plátano, el cual se ubica en el municipio de La Vega, y se encuentra procesando plátano procedente del municipio en patacones congelados y empacados al vacío para ser comercializado en Bogotá

Finalmente, como consumidores finales del plátano, se encuentran restaurantes, cafeterías y población general en todos los municipios del departamento, siendo mayor en los municipios productores. Es de resaltar, que, en las unidades productivas, según información de los productores, se destina una parte para el consumo familiar.